lunes, 28 de enero de 2013

Invocación

Pravacana-sudhā

El néctar de las disertaciones sobre el séptimo capítulo de la Gītā

Que este Pravacana-sudhā repleto de ejemplos de escrituras destruya la ignorancia de la gente y cree abundancia de alegría.

Invocación


¡Que el Sol, el benevolente ser supremo, nos otorgue felicidad y paz! Que Varuna, el universalmente respetado, la fuente de dicha, el Señor, nos otorgue felicidad y paz. Que Aryama, el mejor dador de las mayores bendiciones, el árbol otorgador de deseos, Maestro de todo, el Señor, nos conceda dicha. Que Indra, el exaltado omnipotente gran Señor, Brihaspati, el Señor del vasto conocimiento védico y de la ampliamente extendida maya, nos otorgue felicidad y paz. Que Vishnu, el Señor Supremo, de quien el universo es la huella del pie, nos otorgue felicidad y paz.


Salutaciones a Brahman. ¡Oh, viento! ¡Señor inherente en el viento! Salutaciones a ti. Tú te manifiestas en todos los seres como una masa de existencia, una masa de conciencia, una masa de dicha. ¡Te llamaré Realidad manifestada! Acataré el significado verificado por las escrituras. Narraré la verdad basado en la experiencia. Que Brahman me proteja. Que proteja al maestro disertando sobre los Vedas. Que me proteja a mí, el discípulo. Que proteja a Gurudev. Om, paz, paz, paz. Que esté libre de aflicciones espirituales, mundanas y predestinadas.

Meditemos constantemente en el más grande Señor, el señor de los Himalayas, Shiva. Él es refulgente y atractivo como una montaña de plata. Lleva a la luna creciente como un hermoso ornamento. Sus manos, pies y órganos destellan como una gema. Sus cuatro manos están adornadas con un hacha, un tambor, una bendición, y la mudra de la liberación del miedo. Está siempre complacido y sonriente. Está sentado en la posición de loto. Indra, Varuna y otros dioses lo rodean y lo adoran. Viste una piel de tigre. Él es el comienzo y la causa raíz del universo. Por lo tanto, Él es adorado por el universo. Él es el Señor, quien remueve todos los temores. Tiene cinco rostros y tres ojos.

Aquel eterno Señor Shrikrishna, por un lado, está absorbido en la dicha total, completamente pleno y siempre satisfecho; por el otro lado, Él obedece como un sirviente el mandato de las gopis, cuyas mentes están llenas de pensamientos sobre Él. Las gopis le hacen danzar a su antojo. Por un lado, el Señor Supremo gobierna a dioses poderosos como Indra; por el otro lado, Él es visto limpiando a los caballos del carruaje de su amigo Arjuna. Él es el Señor de la Diosa que hechiza al universo, sin embargo, el mismo Señor es visto comer con gran respeto, como famélico, el arroz partido llevado a Él por Sudama. De este modo, aparece de maneras contradictorias. Que esta composición mía sea una guirnalda de perlas a Sus auspiciosos pies.



El Señor Krishna sostiene una flauta. Él es oscuro como una nube recién formada. Viste ropajes amarillos de seda. Sus labios son rojos como una fruta bimba. Su rostro es hermoso como la luna llena. Sus ojos tienen la forma de hojas de loto. No conozco ningún principio mayor que Shrikrishna; Él es mayor que el mayor principio eterno.

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