Yo yo yāṁ yāṁ tanuṁ bhaktaḥ,
śraddhayā ’rcitumicchati,
tasya tasyā-calāṁ śraddhāṁ,
tāmeva vidadhāmyahaṁ (Gītā 7,21)
Sa tayā śraddhayā yuktastasyā-
rādhana-mīhate,
labhate ca tataḥ kāmānmayaiva
vihitān hi tān (Gītā 7,22)
“Cualquiera sea la forma divina que el
devoto con deseos elige adorar con fe, Yo, el Señor que mora dentro, hago que
su fe por esa forma divina sea firme”. 21.
“Equipado con esa fe, el ser humano que
adora a su forma divina elegida, sin duda, obtiene de esa forma divina todos
los placeres sensoriales deseados, que de hecho son concedidos únicamente por
mí, el Inspirador y Soberano Supremo del Universo”. 22.
La Fuente de la Dicha, el Señor
Shrikrishna, instruye a Arjuna en estos dos versos sobre Su naturaleza como
verdadero ser interior y como la inspiración del universo. Dice: “¡Oh Arjuna!
Yo soy el Ser interior. Vivo en los corazones de todas las criaturas y las
regulo a todas. Inspiro toda regulación y otorgamiento. Solo por Mi inspiración
se producen la gran variedad de ofrendas de todo el mundo. Sin Mi indicación,
ni una hoja puede moverse. Cualquier divinidad (deidad) en particular, Mi
forma, el Ser Universal, que el devoto quiere adorar como separada de Mí, Yo
creo en el corazón del devoto inquebrantable fe por esa deidad. Incluso entonces,
el devoto considera a esa forma particular de deidad como diferente de mí, y
tiene fe en esa divinidad y no en mí.
La razón es que el devoto no Me conoce
bien, al Ser Universal, y está lleno de diferentes tipos de deseos mundanos. Él
adora a las deidades con el fin de satisfacer sus deseos. La adoración no puede
ocurrir sin fe. El culto solo da fruto por la fe. Por lo tanto Yo, el Ser
Supremo Interno, hago firme la fe del devoto de acuerdo con sus sentimientos
por la deidad. No lo desvío de su fe. Quiero que progrese. Si debilitara su fe,
entonces quedaría como estaba. ¿Por qué no habría de adorar a su deidad
elegida? Después de todo, todas las formas divinas son realmente Mías, sé esto
incluso aunque él no lo sepa”.
La fe es un factor muy importante. Con fe
firme, la mente se vuelve fija en el objeto en el que cree. Con fe firme la
mente se vuelve cada vez más pura. Una de las principales razones para la
elevación es la fe o la confianza. Por lo tanto, el Señor Shrikrishna dice en
la Gita: Śraddhā-mayo ‘yaṁ puruṣo yo yacchraddhaḥ sa eva saḥ” (Gītā 17,3). Dice que la vida de un ser
humano está llena de fe. Sin fe o confianza la persona no puede vivir. De
acuerdo con la fe de uno, uno sigue siendo (transformado). Incluso la misma fe
se basa en impresiones pasadas beneficiosas.
La vida de una persona fiel y segura es
entusiasta y plena. Una persona sin fe y confianza está en las garras de muchas
dudas y controversias, y vive una vida seca y desagradable. En la décima parte
de la Ṛgveda-Saṁhitā hay un aforismo
que describe la importancia de la fe. El sabio que preside este aforismo, según
la tradición védica, es śraddhā (fe).
Ese aforismo es una oración para la obtención de la fe:
Śraddhāṁ prātar-havāmahe, śraddhāṁ madhyaṅ-dinaṁ pari,
śraddhāṁ sūryasya nimruci, śraddhe! śraddhā-payeha naḥ (Ṛgveda 10,151,5).
Al amanecer, al mediodía y al atardecer,
invocamos la fe. “¡Oh diosa fe! En este mundo, embébenos con fe. Haznos
seguros”.
La fe es una cualidad divina. Hay un gran
poder en ella. A través de la fe, obras imposibles se vuelven posibles. Había
un discípulo del gran Guru-Ācārya Śrī Śankara. Su nombre era Sanandan. Él
estaba con el Guru en Badrikāshram. De acuerdo con las instrucciones del Guru,
vivía en una cabaña solitaria en la orilla opuesta del río Ganges Alakanandā.
Un día, Ācārya Guru quiso poner a prueba su fe y confianza. Llamó a Sanandan, le
dijo que fuera inmediatamente a su lado, a la orilla del río donde él estaba.
Cuando Sanandan oyó la voz de su Guru pensó: “¿Cómo puedo ir de inmediato con
Guru Maharaj? La corriente del Alakanandā es un obstáculo; no hay un puente o algún
otro medio para cruzar. La corriente es tan rápida que es imposible cruzar a
nado”. Con este pensamiento, la fe se manifestó en su corazón. La diosa Fe
dijo:
Saṅtārikā ’navadhi-saṅsṛti-sāgarasya,
kiṁ tārayenna saritaṁ gurupāda-bhaktiḥ,
ityañjasā praviśataḥ salilaṁ dyusindhoḥ,
padmānyu-dañcayati tasya pade pade sma (Śaṅkara-digvijaya).
“Si la devoción pura por los pies de loto
de Guru Maharaj puede llevarlo a uno a través del océano de lo mundano, ¿no
podrá llevarlo a través de este pequeño río? Desde luego que sí. Cuando la fe
creció en su corazón, el discípulo se sumergió en el Alakanandā. El agua del
Ganges no es un objeto inerte, pero en realidad es Brahman líquido para quien
tiene fe. En esas aguas resplandece la luz deslumbrante de Brahman puro, que es
la naturaleza innata de las upanishads. Por lo tanto, el Ganges es de la
naturaleza de Conciencia y Dicha. Para proteger al discípulo confiado, creó
firmes lotos bajo sus pies. Dondequiera que pusiera su pie, inmediatamente
crecía una flor de loto para darle apoyo”. Pisando las flores de loto llegó a
su Guru en la orilla opuesta. Ācārya Guru estaba muy complacido con la mágica
fe divina de Sanandan. En ese momento, el Ācārya inició a Sanandan en sannyasa y lo llamó con un nombre
apropiado: Padmapada. La palabra Padmapada se compone de dos palabras: padma (loto) y pāda (pies): “Aquel cuyos pies estuvieron sobre lotos”. Más tarde,
con la gracia del Guru, el mismo Padmapāda llegó a crear varias obras como Pañcapādik, a cubrir un importante
puesto creado por su Guru y llegó a ser conocido como Padmapādācārya.
Las actividades mundanas tales como comer,
beber, dar y recibir, y otras actividades mundanas tales como sacrificios y
caridad, tienen éxito debido a la fe y la confianza. Si no hay fe o confianza,
las actividades mundanas no pueden ser realizadas. Por no mencionar las grandes
obras. Incluso una tarea de rutina, como afeitarse o cortarse el pelo, no puede
ser hecha sin confianza. Cuando un barbero se acerca para afeitarnos o
cortarnos el pelo, inclinamos nuestra cabeza, que no se puede comparar con
ningún tesoro de este mundo, y para la cual existen los tesoros y todo lo
demás. En nuestro corazón confiamos en que el barbero solo nos cortará el pelo
y no nuestra cabeza. Pensamos: “No me va a decapitar. Ya ha afeitado muchas
otras cabezas. No los ha decapitado a ellos. Así que no me va a decapitar a mí
tampoco”. Si en vez de confianza tenemos duda o desconfianza, y pensamos:
“¿Quién sabe? Se dice que los barberos son astutos. Tengo mi cabeza inclinada
ante de él y él tiene un cuchillo afilado en su mano. Con que solo clave su
cuchillo en mi cuello, estoy listo”. Si tuviéramos esa desconfianza, nunca podríamos
ser afeitados. Estaríamos sin afeitar, con el pelo enmarañado como un mendigo.
Pero no tenemos estos pensamientos extraños. Confiamos en el barbero por
completo.
La fe y la confianza remueven la duda y
las malas cualidades como la desconfianza. Podemos entender la misteriosa
quintaesencia de las escrituras solo por la fe. La desconfianza solo
distorsiona los hechos. Puede convertir un elixir en un veneno. El siguiente
incidente ilustra cómo la desconfianza puede distorsionar un hecho simple.
Una mujer viajaba en un tren. Ocupaba todo
el asiento, porque había puesto sus pertenencias sobre el asiento. Al rato, un
mendigo célibe entró al compartimiento. Quería un asiento. Miró a su alrededor,
y al no encontrar otro, le dijo a la mujer:
—¡Madre! Por favor, pon algunas de tus
pertenencias bajo el asiento, así tengo lugar para sentarme.
Cuando oyó al mendigo, ella se enojó mucho
y mirando a las otras personas en el compartimiento gritó:
—Este mendigo está abusando verbalmente
mí.
Dijo el mendigo:
—¿Cómo que he abusado? ¿Por qué
mientes? Te he llamado Madre.
—La palabra ‘madre’ en sí es un abuso.
¿Soy la mujer de tu padre, para que me llames Madre? ¿No es eso un insulto? Me
tomaste por la mujer de tu padre. ¿Cómo te atreves?
—Está bien. Entonces déjame llamarte ‘Hermana’.
La mujer perdió totalmente los estribos y
se levantó. Gritó:
—¡Ahora ha utilizado un lenguaje abusivo en
contra de mi madre! Mi madre no era la amante de su padre, no puede llamarme su
hermana. Está diciendo que mi madre era amante de su padre. ¿No es eso un
insulto?
El pobre mendigo estaba en un aprieto. Dijo:
—Está bien. Si no eres mi hermana o mi
madre, por lo menos eres mi hija.
¡Esto volvió loca a la señora!
—Estás considerando a mi madre como tu
mujer. ¡Qué grosería!
—¡Muy bien! Tú no eres mi hija. ¡Pero eres
una diosa!
—Hasta esta palabra es abusiva. Diosa es
esa Kāli de Calcuta, que devora cabras.
El mendigo se quedó mudo. No sabía qué
hacer, cómo dirigirse a ella. Cerca, un inteligente caballero estaba sentado.
Trató de hacer comprender a la mujer.
—Al dirigirse a ti de diferentes maneras,
este asceta no quiso usar el lenguaje soez que tú dices. Su actitud es la de
expresar gran respeto. Su actitud, de que eres tan respetable como una madre,
es auspiciosa, pero por tu intelecto depravado, has torcido el significado y
vuelto malos los buenos sentimientos. Esto es altamente inadecuado.
Una persona con su lógica distorsionada no
entiende el significado correcto de las declaraciones de las escrituras y
tuerce su significado, creando caos. Por ejemplo, el significado de la frase de
la Chāndogya Upaniṣad (6,2,1) Ekamevādvitīyaṁ es que Ello no es un
segundo, o que es Uno sin segundo. Sin embargo, una persona ilógica lo
interpreta como que ha de ser tercero o cuarto, ya que no es segundo. Esta
interpretación tuerce el verdadero significado. Una persona con buena
inteligencia y fe, pensando en esta frase, concluye que se trata de una
calificación de Brahman. Brahman es en realidad sin división, una expansión
perfecta, en la que es negada la misma existencia de la segunda posición, el
mundo de la dualidad diferente de Él.
Tercero o cuarto implica ser segundo de
algo, y considerarlo tercero o cuarto es aceptar la dualidad, no la no
dualidad. Por lo tanto, considerándolo como tercero o cuarto y “no un segundo”,
se altera el verdadero significado. De esta manera, la lógica equivocada crea
caos en lugar de significado correcto. Ācārya Śri Śaṅkara dice en Sādhana-paṅcaka,
Dustarkāt suviramyatāṁ, śruti-matas-tarko ’nusandhīyatāṁ.
“Detén el razonamiento equivocado. Piensa
de acuerdo con las escrituras, como las shrutis”.
La esencia de las escrituras se conoce
contemplando las seis partes, incluyendo el prólogo y la conclusión. Sin una contemplación
profunda, estudiando solo declaraciones sueltas, no se obtiene el significado de
modo perfecto. Había una vez un sacerdote católico que visitó la India para
hacer proselitismo del cristianismo. Viajó por todos lados para promover su
religión. En apoyo de su religión, decía que el cristianismo es muy antiguo.
Incluso decía que el rey Janaka, del Ramayana,
era cristiano. Por lo tanto había construido una iglesia en su ciudad. En
hindi, una iglesia se llama girajāghar.
En el Rāmāyaṇa, Tulasidas dice claramente: Sara
samīpa girajāgṛha sohā, barani na jāi dekhi mana-mohā. Escuchando esta
declaración, una persona común podría pensar que el rey Janaka debe ser
cristiano, por lo cual construyó tan hermosa iglesia cerca de un lago, que
fascina con solo mirarla. Pero cuando personas inteligentes leen esta
declaración en el contexto apropiado y contemplan, saben quién está instalado
en esta iglesia. ¿Es Jesús de Europa u otra persona? En las estrofas que
siguen, cincuenta estrofas más adelante, Tulasidas describe esa girijā:
Jaya jaya giri-vara-rāja-kiśorī,
jaya maheśamukha-candra-cakorī,
jaya gaja-vadana ṣaḍānana-mātā,
jagata-janani dāmini-sama-gātā.
nahi tava ādi-madhya avasānā,
amita-prabhāva veda nahiṅ jānā.
“¡Gloria! ¡Gloria! ¡La hija del rey
montaña!
¡Gloria! La luna creciente del rostro de
Shankara.
¡Gloria! La Madre de Ganesh y Kartikeya.
¡Madre Universal! Radiante como un rayo, no
nacida,
no tienes principio, medio y fin,
tu inmenso poder los vedas no comprenden”.
Al oír estos versos se entiende el
significado completo: eso era un templo dedicado al rey de la hija del rey de
la montaña Himalaya, la diosa Pārvati. No era una iglesia cristiana. Si Jesús
fuera nuestro Shankara con la luna creciente, entonces sería diferente. En
pocas palabras, al observar una declaración aislada, no entendemos el
significado correcto. Para entender el significado correctamente, debemos leer
las declaraciones anteriores y siguientes fielmente.
Tenemos que confiar en cualquier
significado que el Guru nos imparta basado en las disposiciones de
las escrituras. Sin confianza, no podemos entender inequívocamente el
significado, ni ponerlo en práctica. En la escuela, el maestro enseña el
alfabeto a un niño. Dice que una imagen es A, otra imagen es B, y así
sucesivamente. El niño acepta todo con fe y no cuestiona en absoluto. Si el
niño pregunta con mala fe, el maestro no puede contestar. Él solo puede decir:
“Apréndelo como te lo estoy diciendo. No preguntes por qué esta letra tiene
esta forma. No preguntes por qué esto, por qué lo otro. Si sigues preguntando
por qué y no lo aprendes, no entenderás nada. Mira cómo los alumnos más
avanzados lo tomaron con fe, y qué bien les va. Por lo tanto, confía en mí y
acéptalo”.
El Señor Shrikrishna dice en la Gita,
Tasmāc-chāstraṁ pramāṇaṁ te, kāryā-kārya-vyavasthitau,
jñātvā śāstra-vidhānoktaṁ, karma kartu-mihāhṛasi (17/24).
“Por lo tanto, ¡oh Arjuna! Comprende que
con respecto a lo que se debe hacer y lo que debe ser evitado, las escrituras
son la única autoridad, y las acciones dictadas por las escrituras son aptas
para ser llevadas a cabo”.
A partir de esto queda claro que los
mandamientos y significados de las escrituras deben ser acogidos con confianza
y no deben ser cuestionados. Cuestionarlos es usar mal el intelecto.
Las personas que adoran a diferentes
dioses también tienen fe. Confían en las escrituras y las enseñanzas del Guru.
Tampoco tienen dudas ni razonan incorrectamente. Sin embargo, ellos adoran a su
deidad elegida con fe solo para que se cumplan sus deseos. Aún no conocen la
verdadera naturaleza de la divinidad o la naturaleza perfecta del Señor, que es
el Ser Universal y se ha convertido en todas las deidades. Por lo tanto,
consideran que su deidad está separada del Señor. Aún así están llenos de fe, y
el Señor que mora en nosotros no les permite apartarse de su fe. Por el
contrario, la fortalece. Así de benevolente es. El Señor sabe que la deidad no
es más que una de sus formas. Todos los dioses son Sus diversos órganos.
En el Nirukta,
el comentario de los vedas, el autor, el sabio Yāska dice Ekasyātmano ’nye devāḥ pratyaṅgāni bhavanti, “Todos los dioses son
diferentes miembros del mismo Ser Supremo”. Es tal como un cuerpo tiene manos,
pies y otros órganos. Es por eso que todos los sacerdotes y las escrituras
brahmánicas se refieren al Ser Supremo como Prajāpati, el Amo de la Creación.
Todas las divinidades son consideradas como funciones particulares o las
energías del Amo de la Creación. En las escrituras, deidades de diversas formas
del mismo Ser Supremo se destacan de acuerdo con la importancia de escenas
particulares basadas en los fenómenos naturales. Para explicar esto, el sabio
Yāska da un ejemplo en el Nirukta, Nara-rāṣṭramiva, que quiere decir que
innumerables individuos diferentes componen una nación. A pesar de que
fenómenos diferentes tienen lugar en la naturaleza, el mismo Ser Supremo mora
dentro de las diferentes formas de deidades. Una doctrina establecida en las shrutis es “El único Dios se esconde en
todas las criaturas”. De esta manera, en todas las diferencias aparentes no hay
diferencia, y en la aparente dualidad hay unidad real. Por lo tanto, a pesar de
ser un Ser Supremo, Es adorado en muchas formas en los vedas. En las
declaraciones del Ṛgveda, Ekaṁ sat viprā bahudhā vadanti (Ṛgveda
1,164,46), y Ekaṁ santaṁ bahudhā
kalpayanti, “Los sabios brillantes, videntes del principio no dual de
Brahman, lo describen de varias maneras”. Una verdad es imaginada de muchas
maneras. Un Ser Supremo es conocido por nombres como Indra (Dios de dioses,
dios de la lluvia), Rudra (Shiva), Agni (Fuego), Puṣa (Sol), Varuṇa (Océano).
Por lo tanto, el Uno es alabado por muchos nombres en los mantras védicos. Sāyaṇācārya, el comentarista de todos los vedas,
dice:
Tasmāt sarvairapi parameśvara eva hūyate.
“En verdad todos los nombres de los vedas
llaman a un único Ser Supremo”. De esta manera, los eruditos toman el
significado espiritual de los mantras
védicos y consideran todos los nombres de deidades como los nombres de un solo
Dios. Este es el monoteísmo de los vedas. A primera vista parece haber
politeísmo de los vedas. Entre la miríada de dioses, tres son considerados como
principales: el Fuego que reside en la tierra, el Viento o Indra que reside en
la atmósfera, y el Sol que reside en el firmamento o en el cielo. Todos los
demás dioses son considerados de menor importancia, se muestra una conexión
entre ellos y los tres dioses principales, y los tres se muestran unidos con el
Gran Dios, el Ser Supremo. Por lo tanto, en los vedas, el Fuego, Rudra, e Indra
han sido alabados utilizando diversos mantras
de la misma manera en que es alabado el Ser Supremo. De este modo, los eruditos
no tienen ninguna duda sobre el monoteísmo subyacente entre las diferentes
deidades. Por eso, el secreto de los vedas es considerado intenso y profundo.
En los purāṇas, el mismo Señor Supremo ha
sido descrito como Shiva, Vishnu, Ganesha, Shakti
y el Sol. Los eruditos que conocen el secreto de los purāṇas dicen:
Rāmendra-kṛṣṇa-hari-śambhu-śivādi-śabdāḥ
brahmaikameva sakalāḥ pratipādayanti,
kumbho ghaṭaḥ kalaśa ityabhi-śasya-māno
nāṇīya-sīmapi bhidāṁ bhajate padārthaḥ.
¡Brahmeti śaṅkara itīndra iti svarāḍi-
tyātmeti sarva-miti sarva-carācarātman!
¡Viśveśa! Sarva-vacasā-mavasāna-sīmāṁ
tvāṁ sarva-kāraṇa-muśantyana-pāyavācaḥ.
“Rama, Krishna, Hari, Shambhu, Shiva, y todas
las palabras de este tipo se refieren solo a Brahman. Un objeto llamado por
diferentes nombres, tales como urna, jarra o vasija no es más que un solo
objeto. ¡Oh, el Ser de todo lo sensible y insensible! ¡Oh Señor Universal! Las
palabras eternas e imperecederas de los vedas utilizan nombres como Brahmā,
Shankara, Indra, Śvarā (Ser Supremo), Ser y Todo, y demás, para describirte,
Señor Supremo, que eres el fin de todas las declaraciones, el confín, la causa
de todo”.
El Único Controlador del universo, la
Regla Suprema, ha sido descrita en los purāṇas como los cinco elementos
básicos: tierra, agua, fuego, viento y espacio, y sus respectivos atributos.
Quien preside la tierra es el Señor
Shankara. La tierra es redonda como una naranja; el lingam del Señor Shankara, llamado narmadeshwara bāṇaling, que es objeto de culto en las orillas del
río Narmada, también es redondo. Con el fin de reconocer la soberanía del Señor
Shankara sobre el principio de la tierra, los devotos adoran a Pārthivashwar,
un lingam de barro. En los purāṇas
está escrito que el río Ganges surge del pelo enmarañado de Shri Shankara. Esto
significa que los muy anchos y altos picos del Himalaya son Sus rizos
enmarañados. Esto es porque el Señor Shankara no es un pequeño ser como
nosotros. Él es enorme. Toda la tierra es Su gran cuerpo. Entonces ¿dónde está
la contradicción en considerar a la montaña más alta, los Himalayas, como Su
cabeza? Por lo tanto, los vedas dicen Tamīśānaṁ
jagatas-tasthuṣaḥ patim (Śukla
Yajurveda 25,18, Ṛgveda 1,18,6),
que significa “El Señor Mahadeva es el regulador y custodio de todo el mundo
animado e inanimado”.
Quien preside sobre el principio del agua
es el Señor Ganesha. Así como después de tomar un baño en el agua la suciedad
es removida y uno se limpia, cuando Ganesha es adorado, todos los obstáculos
son eliminados y uno tiene éxito. Por lo tanto, todas nuestras escrituras nos
ordenan adorar y recordar a Shri Ganesh al comienzo de todo trabajo. Los vedas
dicen Gaṇānāṁ tvā gaṇapati guṁ havāmahe
(Ṛgveda 2,23,1), Na ṛte tvat-kriyate kiñcānāre (Ṛgveda
2,23,1), que significa “Invocamos al Señor Gaṇapati para el cumplimiento de la
tarea”, “Ningún creyente en Dios comienza un trabajo, lejos o cerca, sin adorar
a Ganesha”. Incluso ahora los seguidores de la religión védica, incluyendo a
los vaishnavas, devotos incondicionales de Vishnu, siguen esta costumbre. Los
vaishnavas, antes de realizar la puja satyanarayana,
deben adorar primero haciendo Ganesh Puja.
Ellos dicen:
Śrīgaṇeśaṁ āvāhayāmi, pūjayāmi, ¡bho gaṇeśa!
ihāgaccha, iha tiṣṭha, ihopaviśa, ¡prasanno bhava!
“¡Invito a Shri Ganesha! ¡Te adoro! Ven
aquí, párate aquí, siéntate aquí, deléitate”, etcétera.
Quien preside sobre el principio del fuego
es la diosa del universo, Durga Bhavāni. El veda dice: Tāmagni-varṇāṁ tapasā jvalantīṁ ‘durgāṁ deviguṁ’; śaraṇamahaṁ prapadye”
(Taittirīya Āraṇyaka 1,16), “Aquella
Durga Devi es resplandeciente como el fuego. Ella con su propio enorme
resplandor ilumina al mundo entero. Me refugio en ella”. Ella es un gran poder
como el fuego. Cuando los grandes dioses como Brahma y Vishnu no logran
derrotar a los asuras (demonios), el
Gran Poder Durga Devi tiene éxito. Esta historia de la Saptaśati (700 estrofas sobre la Devi) es muy famosa. El tratado Saptaśati es una canción imperecedera
sobre la gran victoria de la Diosa. En ella, la Devi invita a los demonios
diciendo: “Vengan y enfréntenme. Si pueden derrotarme, me someteré a ustedes.
De lo contrario, voy a exterminarlos, canallas”. Las palabras de Deviji son las
siguientes:
Yo māṁ jayati saṅgrāme, yo me darpaṁ vyapohati,
yo me prati-balo loke, sa me bhartā bhaviṣyati.
“Todo aquel que me venza, el que venza mi
altivez, el que pueda igualar mi poder, él será mi marido”.
¿Quién no quiere shakti (poder)? ¿Quién no consideran importante a la shakti? Todo el mundo adora a la shakti. Sin shakti no se puede realizar ningún trabajo. Debido a la shakti, los ojos ven, la lengua habla,
los oídos oyen, los pies caminan y el estómago digiere. Sin shakti todo queda en silencio. Por lo
tanto, la shakti es todo. La shakti es de varios tipos. Pero se
encuentran tres shaktis principales: vidyashakti (poder de conocimiento), dhanashakti (poder de riqueza) y balashakti (poder de fuerza física y mental).
Las tres shaktis se llaman
Mahāsaraswatī, Mahālakṣmī y Mahākālī.
El que preside sobre el principio del
Viento es el Señor Sol. Por lo tanto, los vedas nos enseñan a honrar al Sol.
Mientras cantan las alabanzas a la grandeza del Sol, los vedas dicen Sūrya ātmā jagatas-tasthuṣaśca (Ṛgveda 1,115,1), “El Sol es el Ser de
todo el universo sensible e insensible”. Él es la esencia de todo. Sūrya
Nārāyaṇa es verdaderamente Dios. Los devotos meditan en el Señor en el orbe del
sol. Los brahmines realizan abluciones al Sol, los mantras que son bien conocidos.
El que preside sobre el principio del
Espacio es el Señor Vishnu. Por lo tanto, la forma del Señor Vishnu que es
adorada es azul como el cielo. El Veda dice Tad
viṣṇoḥ paramaṁ padaṁ sadā paśyanti sūrayaḥ (Ṛgveda 1,22,20). “Esa forma del Señor Vishnu es la más eminente de
todas, la que todo lo penetra y abarca todo como el cielo, que los conocedores
continuamente contemplan”. El Kṛṣṇa
Yajurveda describe la naturaleza de Brahman uno sin segundo de la siguiente
manera:
Oṁ tatsatyaṁ, oṁ tad braḥma, oṁ tadvāyuḥ, oṁ tad ātmā, oṁ tatsarvaṁ, oṁ
tatpuro namaḥ, antaścaranti bhūteṣu, guhāyāṁ viśvamūrtisu, tvaṁ yajñastvaṁ
vaṣaṭkāras-tvam indras-tvaṁ rudras-tvaṁ viṣṇus-tvaṁ brahma tvaṁ prajāpatiḥ,
tvaṁ tadāpa āpo jyotī raso ’mṛtaṁ brahma, bhūrbhuvaḥ svarom (Taittirīya ā. 10,26).
Solo eso es la Verdad, la expuesta por los
vedas y el vedanta. Ese es el Brahman más grande, sutil viento filiforme, Eso
es el Ser de todo, Eso es todo el mundo, Eso existe en todas partes ante todo.
Ese es el omkar de una letra, a
través del cual se describe el principio de la no dualidad. Eso reside en la
cueva del corazón de las formas de todos los dioses, demonios, humanos y otros
seres, y en todos los cinco elementos como la tierra. ¡Oh Ser Supremo! ¡Señor!
Eres Yajna (sacrificio de fuego); ¡Eres Vaṣa! (mantra que se utiliza para la oblación). Eres Indra. Eres Rudra, el
destructor. Eres el sustentador Vishnu. Eres el creador Brahmā. Eres el Señor
de toda la creación. Eres el agua que se encuentra en los ríos y océanos. Eres
el resplandor en el Sol. Eres el sabor (rasa)
de seis tipos (dulce, caliente, amargo, salado, agrio y astringente). Eres el
elixir. Eres el veda que es benevolente, fuente de conocimiento infinito,
Brahman en forma literaria. Eres todo el huevo cósmico que consiste en la
tierra, la atmósfera y el cielo.
El Señor Vishnu describe las cinco formas,
como Shiva, que son no diferentes de Él, de la siguiente manera:
Buddhir gaṇeśo mama cakṣurarkaḥ,
śivo mamātmā mama śakti-rādyā,
vibhedabuddhyā mayi ye bhajanti,
māmaṅga-hīnaṁ kalayanti mūḍhāḥ.
“Ganesha es mi intelecto. El sol es mis
ojos. El Señor Shiva es mi Ser. La diosa primordial Bhavani es mi poder. De
esta manera las cinco deidades son mis miembros, no separadas de mí. Pero los
que me honran considerando a las cinco deidades separadas de mí son ignorantes.
¡Es como si me estuvieran desmembrando!” Desmembrar a alguien es considerado
como el mayor pecado.
El Señor es perfecto, omnipresente. La
mayor ignorancia es no conocer la naturaleza perfecta del Señor y no adorar a
la naturaleza perfecta del Señor. Considerar una mano como el cuerpo entero es
pura estupidez, y ver el cuerpo como un conjunto de diferentes miembros es
inteligencia. Todas nuestras escrituras, como los vedas, describen la
naturaleza más eminente y perfecta del Señor. Considerar y adorar la forma
perfecta según lo ordenado por las escrituras es creencia perfecta en la
existencia del Señor. Por lo tanto, el camino espiritual no dual basado en las shrutis (vedas) y smritis (canon), recomienda la adoración del Señor en las cinco
formas. El famoso maestro, el sabio Bādarāyaṇa, conocido como Veda-Vyāsa, ha
establecido la misma doctrina en sus dieciocho purāṇas. El Guru universal
Ācārya Śankara expresa la misma doctrina en sus stotras (himnos) sobre Shiva, Vishnu y demás. Bajo la bandera de la
doctrina de la no dualidad se asume que no hay diferenciación entre las
deidades. Solo quienes son ajenos a las escrituras consideran al perfecto
indivisible Ser Supremo como muchas deidades diferentes.
Una vez un elefante entró en un pueblo.
Cinco ciegos que vivían en el pueblo se enteraron de la noticia y quisieron
comprobar cómo era. Siendo ciegos no podían ver al elefante, pero podían
palparlo con la mano y comprender qué era. Tocando al elefante, un ciego movió
su mano sobre su pierna, otro sobre su trompa, otro tocó su estómago, otro tomó
la cola y otro sintió su oreja. Habiendo sentido diferentes partes del
elefante, los cinco hombres ciegos volvieron a casa y comenzaron a discutir sobre
la forma del elefante. El que había tocado la pata, dijo:
—El elefante es como una columna.
El que había tocado la trompa interrumpió
y dijo:
—No mientas. El elefante no es como una
columna, sino más bien como una enorme manguera.
El tercer ciego, que había sentido su
oreja, dijo:
—¡Oh hermano! ¿Por qué mientes también? El
elefante es como un abanico.
El cuarto, que había movido su mano sobre
el estómago del elefante, dijo:
—No es como una columna, ni como una
manguera, ni como un abanico, sino como un gran muro.
El quinto, que había agarrado la cola,
saltó y dijo:
—¡Amigos! Todos ustedes están mintiendo.
El elefante es como una cuerda delgada.
Los cinco ciegos comenzaron a pelear
llamándose mentirosos unos a otros. Mientras, llegó un hombre con visión.
—¿Por qué están luchando? ¿Qué ha pasado?
Los ciegos contaron su historia. El hombre
con visión dijo:
—Cada uno tiene parte de razón, pero no es
correcto del todo. Debido a su ceguera, confundieron la parte que examinaron
con el elefante entero. Es por eso que discuten con hostilidad. Cuando todas las
partes son puestas juntas, eso es lo que es un elefante.
Los ciegos no estaban convencidos. El hombre
con visión se dio cuenta de que hasta que no hubieran visto el elefante
completo no estarían satisfechos. Afortunadamente, el hombre con visión tenía un
colirio divino consigo. Por compasión, lo aplicó a los ojos de los ciegos.
Ahora, los ciegos pudieron ver. El elefante estaba justo delante de ellos. El hombre
con visión les dijo:
—¡Miren! ¿Qué enorme es el elefante!
Cuando vieron al elefante por sus propios
ojos, se resolvieron todas las discusiones y conflictos.
En este ejemplo, el elefante es el
perfecto Ser Supremo. La forma completa del Ser se compone de las cinco
deidades como Vishnu y Shiva. Pero la gente estúpida, ignorante y dogmática, al
igual que los ciegos, consideran una parte como Vishnu como el Ser completo, y
niegan la importancia de las otras partes como Shiva. Cuando por la gracia de
un hombre con visión comprenden la naturaleza perfecta del Señor Supremo,
abandonan su intelecto ignorante y divisivo y sus dogmas vacíos y se vuelven
tolerantes. Adoran al Señor Supremo existente como las cinco formas y viven una
vida plena y feliz.
De acuerdo con la propia afición y
capacidad se puede seleccionar una de las cinco deidades y adorarla, pero al
mismo tiempo, considerar la deidad elegida como no diferente de las otras
cuatro y considerarla como el Señor perfecto. Esta es la práctica espiritual
tradicional védica de la unión de las cinco deidades. Por lo tanto, los grandes
y nobles maestros de este camino no dual tienen su propia deidad favorita. Por
ejemplo, el autor del Advaita Siddhi,
Ācārya Madhusūdan, considera a Krishna, una encarnación del dios Vishnu, como
su deidad favorita; el autor de Ratna
Prabhākar, Swami Govindananda, considera a Shri Rāma; el autor de Citsukhī Citsukhācārya considera a Shri
Nṛsinha; el autor de Khaṇḍana-khaṇḍakhādya
Ācārya Sri Harsha considera al Señor Shankara. Comienzan sus respectivos
tratados invocando a su deidad favorita. Pero nunca diferencian entre su deidad
y los otros dioses. En el Bhagawat la
naturaleza de Ekānta Bhakti, la devoción concentrada, ha sido descrita como Ekāntabhaktir-govinde yatsarvatra tadīkṣaṇaṁ
(7,8,55), “Esta es la devoción en una dirección por el Señor Govinda, que la
deidad favorita es discernida en todas partes”. Ekānta (en una dirección) también significa que en última instancia,
cuando la percepción de la divinidad favorita n todos lados da fruto, solo
queda ese sentimiento y la dualidad es exterminada. Esta ekānta bhakti o devoción en un solo punto tiene otro nombre, ananya bhakti, devoción de uno sin
segundo, lo que significa que no hay percepción de ninguna otra cosa. De esta
manera, el culto de las cinco deidades culmina en la creación de la sensación
no dual.
Por lo tanto, desde la prehistoria en
todas partes de nuestro país, Bhārat, cuya fuerza vital es la religión, las cinco
deidades son adoradas ya sea común o específicamente. El culto del Señor
Shankara se realiza en todas partes, como los doce jyotirlingas (lingas
cósmicos) desde los Himalayas hasta Kanyākumāri (el extremo sur de la India).
Los creyentes se consideran afortunados de visitar y adorar a los doce jyotirlingas. No encontrarán un solo
pueblo en la India donde no exista un pequeño o gran templo de Shiva. Hay un
dicho entre los creyentes: Dhik bhasma-rahitaṁ
bhālaṁ, dhik grāmam-aśivālayaṁ, “Vergüenza da una cabeza sin cenizas
sagradas, vergüenza da un pueblo sin templo a Shiva”. De manera similar,
templos del Señor Lakshmi Narayana y Sus encarnaciones, Rama y Krishna, existen
en todas partes. Los devotos son dichosos adorando al Señor Vishnu en todas
partes. La adoración a la Devi también se lleva a cabo en todas partes: Lakshmi
con Vishnu y Shiva con Parvati. Además, en la India hay cientos de
independientes shaktipiṭhas, lugares
de la Devi. En Bengala principalmente se adora a Mahākāli. La joya suprema de
todos los santos, el famoso Ramakrishna Paramahansa, era un devoto
incondicional de Shakti. Las dos
ciudades principales de la India, Mumbai y Calcuta, son bien conocidas por dos diosas.
Mumbai (Bombay) es el nombre de Mumbadevi y Calcuta por la Diosa Kāli. Del
mismo modo, el culto de Ganesh y el Sol son también comúnmente reconocidos en
todas partes en la India. Especialmente en Mahārāṣṭra, Gaṇapati Bāppā (nombre en
marati de Ganesha) es adorado exquisitamente. La adoración al Sol en el yoga y
las abluciones al sol naciente o poniente son también famosas.
Luego, las cinco deidades se fusionaron en
las dos deidades, Shiva y Vishnu. Ganesha y Devi se fusionan en Shiva, y el sol
en Vishnu. El rey poeta, el sabio Bhartruhari, ilustra el apego o desapego del
mundo de la siguiente manera:
Eko vāsaḥ pattane vā vane vā,
ekā nārī sundarī vā darī vā,
ekaṁ mitraṁ bhūpatirvā yatirvā,
eko devaḥ keśavo vā śivo vā.
“Permanece en un solo lugar, ya sea una
ciudad encantadora o un precioso bosque. Haz solo un compañero, ya sea una
hermosa doncella o una cueva tranquila. Ten un solo amigo, un rey opulento o un
asceta instruido. Adora un único Dios, ya sea Keshava (Vishnu) o Shiva”. Entre
estos, un pueblo, una hermosa doncella y un rey indican apego al mundo,
mientras que un bosque, una cueva y un asceta indican desapego del mundo. Del
mismo modo, el Señor Vishnu preside los sacrificios de fuego, la caridad y
otras cosas que son “mundanas”, y el Señor Shiva preside el conocimiento, la
devoción y el desapego que son “de otro mundo”. Por lo tanto, el Señor Vishnu
es amante de los ornamentos y reside con gran pompa, mientras que el Señor
Shiva lleva rizos enmarañados y cenizas y reside en los solitarios crematorios.
Finalmente las dos deidades son
consideradas como no diferentes en los purāṇas y vueltas una. Por ejemplo,
Sa eva hi mahādevaḥ, sa eva hi maha-hariḥ,
śivāya viṣṇu-rūpāya, śiva-rūpāya viṣṇave.
Vedānu-vartino rudraṁ devaṁ nārāyaṇaṁ tathā,
ekībhāvena paśyanti mukti-bhājo bhavanti te.
Yo viṣṇuḥ sa svayam rudro, yo rudraḥ sa janārdanaḥ,
iti matvā bhajed devam sa yāti paramāṁ gatim.
Él mismo es Mahadeva Shiva. Él mismo
también es Maha Hari-Vishnu. Shiva es de la forma de Vishnu y Vishnu es de la
forma de Shiva. Los seguidores de los vedas consideran al dios Rudra y al dios
Narayana como un dios. Por lo tanto, logran la liberación con prácticas
espirituales no duales. El que considera a quienquiera que sea Vishnu como el
mismo Rudra, y quienquiera que sea Rudra-Shiva como también Janardana-Vishnu, y
adora con ese entendimiento, alcanza el estado más alto.
En el Bhagawat,
que es el primero de los purāṇas, el Señor Vishnu dice:
Ahaṁ brahmā ca śarvaśca jagataḥ kāraṇaṁ paraṁ
ātmeśvara upadraṣṭā sarva-dṛgaviśeṣaṇaḥ,
¡ātma-māyāṁ samāviśya so ’haṁ guṇa-mayīṁ dvija!
sṛjan rakṣan haran viśvam dadhre saṅjñāṁ guṇocitām.
Trayāṇāmeka-bhāvānāṁ yo na paśyati vai bhidām,
¡sarva-bhūtātmanāṁ brahman! sa śānti-madhigacchati (Bhāgawat 4,7,50-51-54).
“A pesar de que nosotros tres, Yo
(Vishnu), Brahmā y Shiva, somos no diferentes, sin embargo, somos las causas
primordiales de la existencia del universo. Somos el Ser, Gobernante, perceptor
empírico (criatura individual), omniscientes y sin características. ¡Oh dvija! (Dos veces nacido, quiere decir brāhmaṇa, renacido por la ceremonia de
iniciación del cordón sagrado). Me refugio en mi propia maya que tiene tres gunas,
y creo, mantengo y destruyo el universo; por otra parte yo doy los nombres
adecuados a las respectivas cualidades. En el uno sin segundo Ser Supremo, solo
Brahman, solo el que es ignorante ve diferencias tales como “esto es Brahmā,
esto es Shiva, esto es tierra”, y se refiere a las deidades como separadas unas
de otras. El que ve a Brahmā, Vishnu y Shiva como una existencia, considera que
no hay diferencias en el Ser de todo, alcanza la paz”. El que ve las
diferencias nunca alcanza la paz. El fruto final de las prácticas espirituales
es solo la paz. Solo quien contempla la no diferencia puede alcanzarla.
El gran maestro del camino espiritual no
dual, el conocido erudito, gran devoto de Shiva, Ācārya Appayadīkṣit dice:
Vastāṁ piśaṅgaṁ vasanaṁ diśo vā,
garutmatā yātu kakudmatā vā,
nidrātu vā nṛtyatu vā ’dhirangam,
bhedo na me syāt paramasya dhāmnaḥ.
“Que la suprema luz de Brahman uno sin
segundo, a través de Su poder de maya,
se vuelva Vishnu y lleve una prenda de color amarillo, o se vuelva Shiva y
lleve las direcciones (nada) como vestidos; y que viaje en el águila, Garuda, o
que cabalgue sobre el toro, Nandi; que monte la cama de la serpiente Shesha, en
el océano de la leche o el santuario de Shri Rangam y esté inmerso en el sueño
yóguico, o que toque el ḍamaru,
tambor, y lleve a cabo la danza tāṇḍava,
en el escenario delante de los sabios como Pāṇini en el lugar santo de
Chidambaram. Pero yo no hago ninguna diferenciación en la luz suprema que
aparece como estas muchas formas”.
Una vez escribí un artículo titulado No hay diferencia entre Vishnu y Shiva
en la revista Viśwanātha, publicada
en Kashi. Al comienzo de ese artículo, escribí la siguiente afirmación:
Mayā purāṇopapurāṇa-yuktāḥ,
sāṅgāśca vedāḥ smṛtayaḥ samastāḥ,
sarvāṇi śāstrāṇi vilokitāni,
na kvāpi dṛṣṭaḥ śiva-viṣṇu-bhedaḥ.
Ahaṁ punaḥ paṇḍita-maṇḍalasthān
pṛcchāmi sarvānapi te bruvantu,
śrutau smṛtau śāstra-purāṇa-madhye,
taiḥ kvāpi dṛṣṭaḥ śiva-viṣṇu-bhedaḥ.
“He comprobado en los purāṇas y sub purāṇas,
diferentes partes de los vedas, todas las smritis
y todas las demás escrituras. Pero en ninguna de ellas observo ninguna
diferencia entre Shiva y Vishnu. Alguien puede decir: “No has visto ninguna
diferencia en estas escrituras, pero algún erudito debe haberlas visto”. Por lo
tanto, le pido a todos en esta conferencia de eruditos, que me indiquen si han
visto alguna distinción entre Shiva y Vishnu, en cualquiera de las shrutis, smritis, purāṇas y otras escrituras”. Si no hay distinción en la
descripción de las naturalezas de Shiva y Vishnu, ¿cómo podría alguien
mostrarla?
Si examinamos los diferentes nombres de
Shiva y Vishnu, se convencerán de que no se ha hecho ninguna distinción entre
ellos. Supongamos que están en un tren en una peregrinación, entusiasmados con
el viaje. El tren llega a Banāras. Al bajar, todos visitan el templo de Shiva
de Kashi, realizan puja, y juntos
dicen en voz alta con gran amor viśvanāth
bhagavān ki jaya, “¡Gloria al Señor Vishvanath!” Desde Banāras el tren va a
Puri, el lugar santo a orillas del mar. Tomamos darshana, realizamos puja
a las divinas figuras de madera del Señor, y decimos en voz alta, jagannāth bhagavān ki jaya, “¡Gloria al
Señor Jagannath!” Díganme si hay diferencia real entre las palabras vishva (universo) y jagat (mundo). Ambas en realidad significan lo mismo. Entonces,
¿hay alguna diferencia entre sus Señores? ¿Pueden ser dos? En otras palabras, a
pesar de que las dos formas parecen diferentes, Vishvanath (Shiva) y Jagannath
(Vishnu) son uno y el mismo, una verdad que ya está establecida por las
escrituras.
A continuación, nuestro tren llega a
Vṛndāvan. Visualizamos la rāsalīlā
(danza divina) de Shrikrishna en el bosque de bambú con las gopis. Con gran placer exclamamos:
“¡Este es naṭavara (el gran actor)
Shrikrishna”. En Gujarat, el nombre naṭavaralāl
es muy popular. Luego el tren llega al sur de India, donde Chidambaram es muy
famoso, un lugar bello y grande dedicado al Señor Shiva. Un devoto rico ha
embellecido la cúpula del templo con 21.600 monedas de oro, cada una con
un peso de un tola (31
gramos). Cada moneda representa una respiración, lo que en total representa el
número de respiraciones de un ser humano en un día. Esas monedas hacen que el
templo esté lleno de oro, de gran belleza y atractivo. Visitamos el templo y
tomamos darshan del Señor Sadashiva
en la forma de Naṭarāj, y vemos a un lado, al sabio Pāṇīni haciendo penitencia
para obtener la gramática[1],
y en otros a sabios como Maharshi Sanaka haciendo penitencia para alcanzar el
conocimiento de Brahman. En ese momento, el Señor Shiva había tomado la forma
de Naṭarāj. El Señor tenía un tambor, ḍamaru,
en la mano, y estaba realizando la danza tāṇḍava.
El inicio del estudio de la gramática sánscrita dice:
Nṛtyāvasāne naṭarāja-rājo nanād ḍhakkāṁ navapañcavāraṁ,
uddhartukāmaḥ sanakādi-siddhān, etadvimarśe śivasūtra-jālaṁ.
Después de terminar la danza tāṇḍava, el Señor Naṭarāj Shankara
golpeó su damaru catorce veces. Por
eso Sanaka y otros sabios recibieron el conocimiento de Brahman y Pāṇīni el
conocimiento de la gramática en la forma de catorce aforismos.
Así que vemos, por un lado Shri Vishnu es
un naṭavara, y por otro lado Shri
Shankara es naṭarāja. Naṭavara
significa el mejor de los bailarines. Naṭarāja también significa la misma cosa.
De esta manera, en términos de experiencia en el baile tampoco hay diferencia
entre los dos.
En la Pāṇḍava
Gītā, Shri Vishnu Narayana es llamado
ladrón. Por ejemplo,
Nārāyaṇo nāma naro naraṇāṁ prasiddha-coraḥ kathitaḥ pṛthivyāṁ,
aneka-janmārjita-pāpa-sañcayaṁ, haratya-śeṣaṁ smaratāṁ sadaiva.
Hay un famoso ladrón llamado Nārāyaṇa.
Roba los montones de pecados recogidos a lo largo de muchas vidas de aquellos
que lo recuerdan. La encarnación de Nārāyaṇa, el Señor Shrikrishna, ha sido
galardonado con el título de “joya suprema de todos los ladrones y rufianes” en
el Gopāla-sahasranāma (Mil nombres de
Gopal). Por lo tanto, un devoto ardiente acusa al Señor Krishna de muchos casos
de robo, lo llama el jefe de todos los ladrones y le ofrece sus salutaciones:
Vraje prasiddhaṁ navanīta-caurarṅ, gopāṅganānāñca dukūla-cauraṁ,
aśeṣa-janmārjita-pāpa-cauraṁ, caurāgra-gaṇyaṁ puruṣaṁ namāmi.
Si visitan cualquier templo de Shiva, los
sacerdotes recitan los famosos ocho capítulos del Rudram del Yajurveda Saṁhitā.
En él se oye:
Diśāṅ ca pataye namo namaḥ, paśūnāṁ pataye namo namaḥ, jagatāṁ
pataye namo namaḥ (Śukla Yajurveda 16,17-18).
“El Señor Shankara es el Señor de todas
las direcciones; Él es el amo de todas las criaturas ignorantes; Él es el
Soberano de todos los mundos. ¡Le ofrezco mis innumerables salutaciones!
Entonces se oye: Taskarāṇāṁ pataye namo namaḥ, stāyūnāṁ pataye namo namaḥ (Śukla Yajurveda 17,8-1).
“El Señor Shankara es el maestro de los
ladrones y hurtadores. Ofrezco mis salutaciones a Él”.
Ladrones son los que se llevan tu riqueza
por la fuerza, y hurtadores son los que roban sin tu conocimiento, como en la
noche. De esta manera, se ha demostrado que tanto el Señor Shiva como el Señor
Vishnu, son el jefe de los ladrones. Esto también demuestra la igualdad de las
dos deidades.
Las palabras Hari y Hara significan lo
mismo. Haratīti hariḥ haraśca, ”El
que, con solo recordarlo, remueve todos los pecados y aflicciones, es Hari.
También es Hara”. Por lo tanto los gramáticos sánscritos dicen:
Ubhayorekā prakṛtiḥ, pratyaya-bhedāt bhinna-vadbhāti,
Kalayati kaścinmūḍhaḥ, hari-hara-bhedaṁ vinā śāstraṁ.
Las palabras Hari y Hara derivan de la
raíz verbal hṛ que significa
llevarse. Aparecen diferentes debido a declinaciones gramaticales. Solo
aquellos que no han escuchado a un maestro erudito explicándoles las
escrituras, diferencian entre Hari y Hara. Si escucharon las escrituras, no
harían ninguna diferencia. Diferenciar entre Hari y Hara es renunciar a los
cuatro objetivos de la vida, la justicia, alcanzar la riqueza a través de la
expresión de los talentos, el cumplimiento de todos los deseos, y la
liberación. En los ashrams de sannyasis y templos, el nombre Harihara
se pronuncia conjuntamente para indicar la no diferencia entre Hari y Hara.
El significado de la palabra “Shiva” se
explica así: Śete sarvaṁ jagat yasmin saḥ
śivaḥ, “Shiva es en quien el universo yace en el momento de la disolución”.
Vishnu significa lo siguiente: Veveṣṭi vyāpnoti
sarvaṁ jagat iti viṣṇuḥ. La palabra “Vishnu” es un sustantivo derivado del
verbo raíz viṣ, que significa
impregnar. Entonces “Vishnu” significa el que impregna el universo entero. De
esta manera, tanto “Shiva” como “Vishnu” significan el mismo gran principio de
omnipresencia, el sustrato de todo.
Una vez hubo una conferencia de eruditos
en Kashi. Alguien preguntó: “¿Por qué el Señor Vishnu Narayana es oscuro y
hermoso? Siendo el Gobernante sobre maya,
surgido de sattvaguṇa, ¡debería tener
la tez blanca! En las escrituras, maya,
que consiste de los tres gunas, se
describe de color rojo, blanco y negro; rojo de rajoguṇa —actividad o pasión—, blanco de sattvaguṇa —luminosidad o piedad— y negro de tamoguṇa —ignorancia o indolencia—. Así, el Señor Vishnu no debería
tener la tez oscura. Además, ¿por qué el Señor Shiva tiene tez blanca, de
acuerdo con muchas escrituras? Por ejemplo, karpura-gauraṁ,
rajatagiri-nibhaṁ cārucandrā-vataṅsaṁ,
que significa “blanco como el alcanfor” y “blanco luminoso como una montaña de
plata" son descripciones del Señor Shiva. Si vienen a Haridwar en invierno
podrán ver el Himalaya blanco como la plata. Al sol de la mañana de invierno,
los picos de la cordillera del Himalaya brillan como la plata. Es una vista
exquisita que lo deja a uno sin habla. En resumen, el Señor Shankara debería
tener la tez oscura en vez de blanca brillante plateada, porque Él preside
sobre maya plena de tamoguṇa”.
Algunas personas llaman despectivamente al
Señor Shiva tamoguṇī (lleno de tamoguṇa). La calificación tamoguṇī desagrada a muchos devotos del
Señor Shiva. Pero si se piensa en ello, tamoguṇī
es un cumplido, no es un comentario despectivo. Tamoguṇī no significa bajo la influencia de tamoguṇa. El Señor Shankara no es una criatura, sino un maestro.
Una criatura individual puede estar bajo la influencia de tamoguṇa, pero un maestro puede mantener al indomable tamoguṇa bajo su control. Si tamoguṇī es interpretado como bajo la
influencia de tamoguṇa, del mismo
modo el Señor Vishnu debe ser considerado como bajo la influencia de sattvaguṇa, que es igual de malo. Vishnu
entonces no podía volverse el maestro, porque estaría sometido a sattvaguṇa. Esa es la diferencia entre
un ser individual y el Señor. El que está bajo el control de maya es una criatura, y el que controla
a maya es el maestro. Una criatura
está esclavizada por maya, mientras
que el maestro controla y dirige maya.
El rey de los raghus, el Señor Shri Rama,
iba al bosque con su hermano Lakshman y la reina Shri Sita, hija del rey
Janaka. Goswami Tulasidas describe así esta escena en su Rāmāyaṇa.
Āge rāma lakhana puni pācḥe, tāpasa veṣa virājata ācḥe,
ubhaya bīca siya sohati kaisī, braḥma jīva bica māyā jaisī.
“Rama camina adelante con Lakshman unos
pasos detrás, su agradable traje de asceta brilla,
Sita se ve hermosa, entre los dos, como maya entre Brahman y jiva.
Sita se ve hermosa, entre los dos, como maya entre Brahman y jiva.
Aquí Rama ha sido comparado con Brahman,
Lakshman con jiva (una criatura
individual) y Sita con maya. Surge la
pregunta, “¿Por qué Rama es comparado con Brahman y Lakshman con jiva?” La respuesta es que Sita, que se
compara con maya, está caminando
detrás de Rama y Rama no está caminando detrás de ella. El que mantiene a maya bajo su control es Brahman, el
Señor Supremo. Lakshman es jiva
porque está caminando detrás de maya
o Sita. Él está bajo su control. Así, el Señor Shankara debe ser considerado tamoguṇī, que significa el que domina tamoguṇa, al igual que sattvaguṇi significa que domina sattvaguṇa. Ahora pensemos: ¿es más
difícil dominar sattvaguṇa o tamoguṇa? Sattvaguṇa es suave. Es fácil controlar sattvaguṇa. Pero controlar tamoguna
es extremadamente difícil. Un luchador no es alabado si gana una lucha contra
alguien débil, pero es aplaudido si gana una lucha contra el rival más difícil,
más infame. Sattvaguṇa es como un
hombre débil, mientras tamoguna es
como un boxeador profesional. Puedes observarte a ti mismo y darte cuenta de lo
difícil que es superar la ira y pereza. Por lo tanto, el nombre tamoguṇī por el cual se conoce al Señor
Shankara no es despectivo, sino elogioso. Los devotos del Señor Shankara
deberían estar complacidos, al comprender el significado de la palabra tamoguṇī, como se le llama al Señor
Shankara.
La pregunta anterior: ¿por qué el Señor
Krishna es descrito como de tez oscura, y el Señor Shiva de tez blanca?, fue
objeto de debate durante muchos días. Nadie podía dar una explicación
satisfactoria. Un día, un mahatma erudito
y desapegado, establecido en el Ser, se presentó en la conferencia. Escuchó la
pregunta con cuidado y dijo:
—Me gustaría citar un verso de los purāṇas.
Es posible que pueda ser una respuesta satisfactoria a su pregunta.
Los eruditos en la conferencia se
alegraron al escucharlo y le dijeron:
—¡Señor! Por favor, cita el verso que
resolverá el debate en cuestión.
Con el visto bueno de los expertos, el mahatma citó:
Śivasya hṛdaye viṣṇuḥ, viṣṇośca hṛdaye sivah, ubhayorantaraṁ kṛtvā,
rouravaṁ narakaṁ vrajet.
“En el corazón de Shiva está Vishnu, y en
el corazón de Vishnu está Shiva. Por considerarlos como dos, uno alcanza el
infierno llamado ‘Raurava’”.
¿Por qué está Vishnu en el corazón de
Shiva? Esto se debe a que Shiva es devoto de Vishnu. La naturaleza de un devoto
es que el devoto medita constantemente en su deidad amada en su corazón. Con el
poder de la meditación la deidad amada reside en el corazón, y el devoto se
vuelve uno con la divinidad amada. Del mismo modo, Shiva reside en el corazón
de Vishnu, porque Vishnu es un devoto de Shiva, y por el poder de la meditación
se vuelve uno con Shiva. El gran devoto del Señor Vishnu, San Tulasidas, dice
lo mismo en relación con Shiva y Rama: Sevaka-sakhā-swāmi
siyapīke. Esto significa, el Señor Rama, esposo de Sita, es un sirviente,
un amigo y maestro de Shiva. Un servidor es un devoto y Maestro es aquel que es
adorado. Cada uno se vuelve a veces un devoto, y a veces la deidad amada.
En una ciudad había dos personas que
estaban obsesionadas con dos cosas. Uno estaba obsesionado con montar un
caballo. Dondequiera que fuera tenía que montar un caballo. Consideraba que
caminar iba contra su naturaleza. La otra persona estaba obsesionada con su
cojín. Dondequiera que fuera, cargaba su cojín en la espalda. Dondequiera que
fuera a sentarse, tomaba su cojín y se sentaba en él. Se sentía ofendido si no
usaba su cojín. Un día iban a alguna parte y ocurrió que iban juntos. Mientras
iban por el camino, la gente pensaba que el que estaba en el caballo era el
maestro y el que andaba al lado, con una carga en la espalda, era su sirviente.
Llegaron a la ciudad juntos. En la ciudad se detuvieron a descansar. El del
cojín encontró un sitio adecuado, puso el cojín y se sentó sobre él. Cerca, el
jinete comenzó a acariciar y a dar alimento y agua a su caballo. Cuando la
gente vio esto, supusieron que la persona sentada era el amo y el jinete era su
sirviente. De esta manera, las personas que los vieron en el camino y los que
los vieron en el pueblo pensaron exactamente lo contrario. Ambos fueron
considerados como el sirviente y como el maestro. Del mismo modo, el Señor
Vishnu y Shiva son considerados como siervos de los devotos, y en ocasiones como
el maestro o amado. Shiva se sienta en Kailas, repitiendo “Rama, Rama”. Vishnu
adora a Shiva en Vaikuṇṭha con mil lotos (lirios de agua). Shiva medita en
Vishnu con gran devoción y Vishnu medita en Shiva. Volverse uno con el objeto
de la meditación es alcanzar el fruto de la meditación.
Cada vez que la hija de Janaka, la diosa
Shri Sita, estaba sentada en el bosque de Ashoka repitiendo shri rām-rām y meditando en el Señor
Rama con gran devoción en su corazón, ella se volvía uno con Él. En ese
momento, a través del poder de su meditación, vio la transformación de una
oruga en mariposa. De pronto, le dijo a su Trijaṭā, su compañera secreta,
Kīṭo ’yaṁ bhramarī-bhavatya-tinididhyāsai-ryathā ’haṁ tathā,
syāmevaṁ raghu-nandano ’pi trijaṭe! dāmpatya-saukhyaṁ gataṁ.
“¡Oh Trijaṭā! Mira, al igual que con
meditación intensa, esta oruga abandonó su identidad y se transformó en una mariposa,
del mismo modo con intensa meditación en Rama, puede ser que me transforme en
el hijo del linaje raghu, Shri Rama, renunciando así a mi identidad de Sita,
entonces será el fin de la felicidad mutua de la pareja Sita-Ram”. Un Rama
gobernará Ayodhya, y el otro Rama, transformado en Sita, gobernará Mumbapuri.
La pareja Sita-Rama no existirá más. La gran felicidad incomparable de la
pareja existe ahora, pero el amor y la felicidad no existirá entre los dos
Ramas. Este pensamiento entristeció a Shri Sita, quien pensó en dejar la
meditación en Sri Rama. Dijo: “La meditación que transforma Sita en Rama no es
buena. Yo no quiero ser Shri Rama. Quiero seguir siendo Sita”.
Al oír estas palabras de Shri Sita, la
inteligente Trijaṭā aseguró a Sita:
Śokaṁ mā vaha maithilendra-tanaye! tenāpi yogaḥ kṛtaḥ,
¡sītā so ’pi bhaviṣyatīti sarale! ¡Tanno mataṁ jānaki!
“¡Oh hija del rey Mithila! ¡No llores! Ese
Rama también se ha realizado el mismo yoga. Día y noche estás repitiendo ‘Rama,
Rama’, y meditas incesantemente en Rama, mientras que Rama repite “Sita, Sita”
día y noche, y medita en Sita. Con el poder de la meditación, tu identidad como
Sita terminará y te volverás Rama, mientras que su identidad con Rama va a
terminar y se volverá Sita. De esta manera, la pareja Sita y Rama seguirá
siendo dos, tu meditación no pondrá fin a la existencia de la pareja. Al igual
que tu corazón está desbordante de amor por Rama, el corazón de Rama también
está desbordante de amor por ti. Tal como sigues siendo una con Rama, Rama
sigue siendo uno con Sita. Por tanto, ¡oh inocente Sita! No dejes tu meditación
sobre Rama. Día y noche medita en Rama con el corazón lleno de amor”. La
respuesta de Trijaṭā eliminó la tristeza de Sita, que fue complacida.
La esencia de esta historia de la vida de
Sita es que el poder de la meditación es la causa de alcanzar el objeto
meditado. Por lo tanto, el Señor Shiva se vuelve blanco por su meditación en el
Señor Krishna, y Krishna se oscurece por su meditación en el Señor Shiva. Shiva
tenía tez oscura por presidir sobre maya
con el oscuro tamoguna, y Vishnu
tenía tez blanca por presidir sobre maya
con el blanco sattvaguna. Sin
embargo, a través del poder de las meditaciones recíprocas, intercambiaron sus
colores de tez. Por lo tanto nuestras escrituras han llamado a Shiva “blanco
como el alcanfor” y a Vishnu “oscuro y hermoso”.
La inteligente justificación propuesta por
el mahatma satisfizo a los eruditos
que participaban en la conferencia, que aplaudieron al mahatma.
Por eso, Shridharswami, el gran orador del
Bhagawat ofrece sus salutaciones a la
unidad de Shiva y Vishnu de la siguiente manera.
Mādhavo-mādhavā-vīśau, sarva-siddhi-vidhāyinau,
vande paras-parātmānau paraspara-natipriyau.
“Mādhava-Vishnu (mā: Lakshmi; dhava:
esposo) y Umādhava-Shiva son ambos Gobernantes y Otorgadores de todos los
poderes. Se ofrecen salutaciones y honores entre sí. Les ofrezco mis
salutaciones.
Mahatma Tulasidas también dice:
Rāma hi śiva hi eka jo jāneé bhaya-taji nāma-japata harṣāne.
“Los que conocen que Rama y Shiva son uno,
sin temor repiten el nombre y se divierten”.
En los puranas se dice: “El gran devoto es
aquel que considera uno a Shiva y Vishnu”.
Śive ca parameśāne, viṣṇau ca paramātmani,
sama-buddhyā pravartante, te vai bhāgavato-ttamāḥ.
“Los que adoran al Señor Supremo Shiva y
el Ser Supremo Vishnu considerándolos como uno, son los más grandes devotos del
Señor”. El que diferencia a uno del otro, considerando a uno superior y al otro
inferior, no puede ser nunca un devoto del Señor.
Algunas devotos vaishnavas, devotos de
Vishnu, consideran las flores, el agua o los alimentos ofrecidos a Shiva con
desprecio y los evitan ellos. Pero nuestras escrituras nunca los han rechazado.
Por otro lado, se ensalzan las ganancias en aceptarlos.
Rogaṁ harati nirmālyaṁ, śokantu caraṇodakaṁ,
aśeṣaṁ pātakaṁ hanti, śambhor-naivedya-bhakṣaṇaṁ.
“Las hojas y flores bela ofrecidas al Señor Shiva eliminan enfermedades a través del
contacto con los ojos o la cabeza; beber el agua sagrada ofrecida a los pies de
Shiva elimina el dolor, y probar el prasad
ofrecido a Shiva destruye todos los pecados”. Por eso se dice,
Śiva-naivedyake caiva hari-naivedyake tathā,
karoti bheda-buddhiṁ yo braḥma-hatyāṁ labheta saḥ.
“Cualquiera que distingue entre el prasad ofrecido a Shiva o a Vishnu como
aceptable o inaceptable, adquiere el pecado de matar a un brāhmana”. Por lo tanto, el prasad
de ofrendas de hojas y flores, y demás, para Shiva, es sumamente santo y digno
de aceptación.
Algunas personas no se sienten bien acerca
de aplicarse tres dedos de bhasma en
la frente. Son realmente estúpidos, porque deshonran a las tres líneas
naturales existentes en sus frentes. Para ellos también dicen las escrituras:
Tīryak-rekhā pradṛśyante lalāṭe sarva-dehināṁ,
tathāpi mānavā mūrkhā na kurvanti tripuṇḍrakaṁ.
“La naturaleza ha dibujado tres líneas
cruzando la frente de todos los seres humanos. ¡Los que no las reconocen y
aplican la ceniza bendita sobre ellas con sus dedos son tontos!”
Mientras andaba buscando a Sita, su esposa
perdida, el Señor Rama, el más grande entre los nobles, establecía el templo de
Shri Rameshwar para destruir la maldad y difundir la grandeza de la devoción a
Shiva en todas partes. En ese momento llegó el sabio Narada llegó, y al ver el shivalingam hecho de arena preguntó a
Rama cuál era su nombre. Shri Rama respondió al instante que el nombre era
Rameshwar. Shri Rama explicó: “Yo soy Rama. Shiva es mi (ishwar) Señor, deidad amada, cuyo lingam acabo de hacer. El ishwar
de Rama es Rameshwar”.
Cuando Narada visitó Kailash, preguntó a
Shri Shiva el significado de Rameshwar. El Señor Shiva dijo inmediatamente,
“Rameshwar es aquel cuyo ishwar es
Rama”. Esto significa que Shiva es Rameshwar, cuya deidad amada es Rama. Narada
quedó confundido. “Rama dice que Shiva es su Señor, y Shiva dice Rama es su
Señor. ¿Quiénes son entonces Rama y Shiva realmente?” Fue a Brahmaloka y compartió
sus dudas a su padre Brahmā. Brahmā dijo: “Lo que es Rama es Ishwar-Shiva, y lo
que es Shiva es Ishwar-Rama. Ellos no son diferentes”. Cada uno considera al
otro como su deidad amada. En pocas palabras, tal como Shiva y Vishnu se aman y
consideran como no diferentes, de la misma manera los devotos shaivas de Shiva
y vaishnavas de Vishnu deben amarse los unos a otros y considerarse
recíprocamente como no diferentes.
Estos hechos y ejemplos verifican que a
pesar de Shri Vishnu y Shri Shiva son diferentes en el nombre imaginado y
apariencia, en realidad no son diferentes.
Por otra parte, las diferencias inventadas
no afectan a la no diferencia real. Como dicen los puranas:
¡Kalpito ’yaṁ dvijāḥ! Bhedo nābhedaṁ bādhate sadā,
kalpitā-nāma-sattvācca na virodhaśca siddhyati.
“¡Oh, nacido dos veces! Diferentes nombres
y formas de fantasía no pueden afectar a la no diferencia real, al igual que
los nombres frasco, jarra y demás no afectan a la arcilla subyacente. Dado que
los nombres y las formas inventadas no tienen existencia real por su cuenta, no
se puede establecer interrupción en la no diferencia”.
Nombres inventados como Shiva y Vishnu y
sus formas de cuatro brazos o cinco caras deben considerarse como no
diferentes. Nombres como Shiva y Shankara pueden ser considerados como nombres
de Vishnu, y nombres como Janardan, Padmanabha y Shridhar pueden ser
considerados como nombres de Shiva: la forma de cuatro brazos la de Shiva, y la
de cinco caras de Vishnu. Los maharshis
escribieron lo mismo en los purāṇas.
¡Nāmāni Tava Govinda! Laghūni ca mahānti ca,
tānyeva mama nāmāni nātra kāryā vicāraṇā.
Ystvāṁ dveṣṭi sa māṁ dvesti yastvāmanu sa māmanu,
¡āvayo-rantaraṁ nāsti śabdai-rarthair-jagatpate!
El Señor Shri Shankara dice a Vishnu,
“Cualquier nombre que tengas, grande o pequeño, son todos míos, y cualquier
nombre que tengo son tuyos. Por lo tanto nadie debe diferenciar entre estos
nombres. El que te odia me odia, el que es tu devoto lo es mío. ¡Oh Rey del
universo! No hay ninguna diferencia en absoluto entre nuestros diferentes
nombres y formas”.
Por lo tanto el Señor Shri Rama dice: Śiva-drohī mama dāsa kahāve, so nara mohiṅ
sapaníehuṁ nahi bhāve, “Él rechaza a Shiva, sin embargo se dice mi siervo;
ni en sueños lo aclamaré”.
Un poeta humorístico quiere demostrar que
Shiva y Vishnu son lo mismo. Así, escribe un interesante diálogo entre Ramā
(Lakṣmī) y Umā (Pārvatī):
¿Bhikṣuḥ kvā ’sti? ¿Baler-makhe, paśupatiḥ? Kiṁ nāstyasau gokule,
¡mugdhe! ¿Pannaga-bhūṣaṇaḥ? ¡Sakhi! sadā śete ca tasyopari,
¡ārye! Muñca viṣāda-māśu, ¡kamale! Nāhaṁ prakṛtyā calā,
itthaṁ śrī-girijā-samudra-sutayoḥ saṁbhāṣaṇaṁ pātu vaḥ.
Una vez, la diosa Mahālakṣmī Ramā pensó: “Hace
mucho que no estoy con mi querida amiga Umā-Gauri. Ella no ha venido a
Vaikuṇṭha, ni yo he ido a Kailāsh. Tenemos que encontrarnos”. Llegó a Kailāsh y
llamó a la puerta engalanada con joyas del palacio. Si dos personas se aman y
se sienten unidas, bromean entre sí. La diosa Indirā (Lakshmi) pensó en hacer
una broma a la diosa Pārvatī. Cuando oyó que alguien llamaba a la puerta, una criada
abrió y la diosa Lakshmi entró en el palacio. Escuchando que Lakshmi había
llegado, Parvati salió corriendo de su habitación para darle la bienvenida.
Ellas se abrazaron amorosamente. Al ver a Umā sola, Ramā dijo
—¿Dónde está el mendigo?—, refiriéndose a
su marido Shankara.
Ella le estaba dando a entender que el
marido de Pārvatī era un mendigo, mientras que el suyo era el rey de reyes.
Cuando la inteligente Durgā Bhavāni (Pārvatī) vio que su marido estaba siendo
llamado mendigo, sonrió y respondió:
—¡Oh! ¿Has venido aquí para encontrar al
mendigo? Yo sé dónde está. Por favor, ve a la India. Vas a encontrar el río
sagrado Narmadā y la famosa ciudad de Kaccha. Allí, el rey Bali está realizando
un yajna. Allí encontrarás un mendigo
enano, pidiendo un espacio de tres pies y medio de largo.
En la parte Shatapatha Brāḥmaṇa del Yajurveda,
se dice que el enano (Vāmana) es Vishnu. Escuchando la referencia a su marido,
Ramā se quedó en silencio. Comprendió que no solo el marido de Umā era un
mendigo, sino también el de ella.
—No quise decir ese mendigo, quise decir
el rey de los animales.
Otra vez, la diosa que reside en un loto
estaba llamando jefe de los animales al Señor Shankara, el marido de la hija
del Himalaya, dando a entender que era un criatura “densa” que había llegado a
ser como ellos por pasar mucho tiempo con los tontos animales. Es por eso que
debe haber bebido el veneno al batir el océano de leche, cuando fue alabado por
los inteligentes dioses que bebieron el elixir que también era producto del
batido. Si hubiera sido aún un poco inteligente, ¿por qué iba a beber veneno?
Lo que implicaba Ramā era que el esposo de Uma era solo un animal.
La diosa Gauri entendió lo que Lakshmi
insinuaba. Dijo:
—¡Bien! ¿Viste en Gokul, el vaquero que cuida
las vacas? No solo son animales los seres humanos, sino también las vacas. Si
te refieres a Shiva como el amo de Nandi el toro, su vehículo, entonces el
pastor también lo es. Beber veneno no es un signo de estupidez. Por otra parte,
los grandes poetas eruditos lo llaman compasión y protección del universo.
Al oír su respuesta reflexiva, Ramā dijo:
—No estoy hablando del rey de los
animales, sino del que lleva serpientes como ornamentos.
Ramā acusaba a Shankara de ser peligroso.
De lo contrario ¿por qué iba a llevar serpientes en todo el cuerpo? Tiene
brazaletes hechos de serpientes. Lleva una serpiente como guirnalda y un
cinturón de serpientes. No lleva adornos de plata, perlas y oro. Pero lleva
adornos de temibles serpientes, que hacen que la gente se estremezca de miedo solo
al pensar en ellas y huya al verlas.
—Al igual que las serpientes son tamoguṇi, tu marido también es tamoguṇi.
La diosa Rāja Rājeshwari Annapurṇa
(Pārvati) entendió lo que Ramā estaba haciendo. Respondió:
—¡Diosa! Puedes ver al dios adornado por
una serpiente en el océano de leche. Lo verás recostado sobre la serpiente de
mil cabezas.
Con esto quiso decir: mi marido solo las
usa como adorno, mientras que el tuyo hasta ha hecho una cama de una serpiente.
Si por estar asociado a una serpiente mi marido puede ser llamado tamoguni, tu marido también mantiene la
compañía de una serpiente y merece el mismo elogio. Esta réplica asustó a Ramā.
El poeta no se detiene aquí. En sánscrito
los poetas son llamados monos. Al igual que los monos se ponen inquietos, la
lengua de los poetas a veces muestra inquietud. El poeta muestra una inquietud
similar a través de las palabras de Ramā. Ella dice:
—¡Oh diosa! ¡Oh Pārvatī! Eres tan sencilla
y simple. Es por eso que te has casado con el que vive en los campos de
cremación, el portador de una guirnalda de cráneos, Shambhu. Eso es un gran
error. Puedes corregirlo. En el parlamento indio se ha aprobado un proyecto de
ley de divorcio. Por lo tanto, si lo deseas, puedes divorciarte de Shankara,
ese bebedor de veneno, y casarte con alguien más hermoso.
La diosa Pārvati respondió al grosero
comentario de inmediato.
—¡Oh diosa! Escucha bien. Mi padre es el
Himalaya, conocido por su constancia. Soy su hija. También estoy embebida de
esa estabilidad. Así que no puedo divorciarme de mi esposo. Pero tú puedes
divorciarte del tuyo, estás en condiciones de hacerlo. Tu padre es el océano,
siempre saltando y moviéndose. Tú eres su hija, de mentalidad voluble. No
puedes quedarte en un solo lugar. Hoy visitarás Pannālāl, mañana Mannālāl, y
pasado mañana otro lugar. Siendo la inquieta hija de un inquieto padre, por tu
naturaleza puedes dejar a Vishnu. Yo soy firme como mi padre. No puedo
divorciarme de mi esposo.
Que esta conversación amorosa y llena de
diversión entre la hija de la montaña, Bhavānī, y la hija del océano, Lakshmi,
nos proteja. A través de esta conversación, el poeta describe la similitud
entre las apariencias y adornos de Shiva y Vishnu, y así indica su unidad.
Algunas personas piensan que la gente en la
cuarta etapa de la vida, sannyasa o
renunciación, que usan un atuendo naranja, cenizas sagradas y semillas de rudraksha, son únicamente devotos de
Shiva y no de Vishnu. Pero eso no es cierto porque el de sannyasa no es un camino moderno, sino un camino antiguo
recomendado por los vedas y otras escrituras y es benévolo para el mundo. En
esta última etapa de la vida, Shiva y Vishnu no se diferencian. Así como el
primero entre los renunciantes, Acharya Shri Shankara Swami, ha escrito con
devoción Śivapādādikeśānta-varṇanaṁ,
un hermoso himno de alabanza a Shiva, también ha escrito Viṣṇupādādikeśānta-varṇanaṁ, un hermoso himno de alabanza a Vishnu.
La primer estrofa del Acutāṣṭaka stotraṁ no solo es conocida a través de todos los
estados y ciudades de la India, sino también entre todos los aldeanos. Todos
los ciudadanos y gente rural canta al unísono con gran devoción al final del Satya Nārāyaṇa Katha, kirtan, leyendo esta estrofa del
Rāmāyaṇa:
Acyutaṁ keśavaṁ rāma-nārāyaṇaṁ,
kṛṣṇa-dāmodaraṁ vāsudevaṁ hariṁ,
śrīdharaṁ mādhavaṁ gopikāvallabhaṁ,
jānakī-nāyakaṁ rāmacandraṁ bhaje.
Estas palabras de alabanza a Vishnu no son
de algún maestro de la secta vaishnava, sino auspiciosas palabras del gran
maestro de los sannyasis, el gurú
universal Shankaracharya. Entonces, ¿cómo pueden el Acharya Shankara y sus
seguidores sannyasis ser considerados
solamente seguidores de Shiva? ¿Sobre qué base se puede decir que ellos no
consideran a Vishnu? Por tanto, el cuarto orden o grupo sannyasi, que conoce la doctrina de la no dualidad correctamente,
son fervientes devotos de Shiva, así como devotos fervientes de Vishnu.
La secta shaiva en el sur de la India
profesa una dualidad diferente. Había maestros como Renukacharya y
Nilakanthacharya. Nunca consideraron a Shiva y Vishnu como uno solo. Así como
los vaishnavas se enorgullecen de alejar a Shiva, esos shaivistas se
enorgullecen de alejar a Vishnu. Así como por desconocimiento, algunos
vaishnavas acérrimos consideran un pecado pronunciar la palabra védica Shiva,
de la misma manera los shaivistas del sur consideran un pecado pronunciar o
escuchar el nombre de Vishnu. Pero los grandes seguidores de Shankara Acharya,
los monjes errantes de la orden de sannyasa
y hogareños similares, consideran a Shiva y Vishnu como uno y realizan adoración,
servicio, cantan y repiten sus nombres con inmensa devoción.
El bhasma
(ceniza sagrada) es una sustancia extremadamente pura. Es un símbolo de la
doctrina de la no dualidad. Para significar este hecho, es bien conocido por el
nombre de vibhuti, que significa
sustancia poderosa. Al igual que cuando la madera, hojas, flores y estiércol
son reducidos a cenizas no hay rastro de las diferentes sustancias, cuando uno
está establecido en el sentimiento de la no dualidad, el sentimiento de
diferencia se disuelve, por no hablar de la diferencia entre deidades como
Shiva y Vishnu. En la grava, madera, roca, animales, aves, y todo lo demás, uno
empieza a experimentar Brahman omnipresente, puro, despierto, libre,
indivisible, uno y dichoso. Las tres líneas de bhasma indican la tríada de conocimientos, devoción y desapego (jñāna, bhakti y vairāgya), la
tríada de deidades Brahmā, Vishnu y Maheshwara (Shiva), o la tríada de shaktis Mahākālī, Mahālakṣmī y
Mahasaraswati. Por lo tanto, las tres líneas de bhasma no solo representan un símbolo que honra a Shiva, sino
también a Vishnu. Cuando dos sannyasis
se encuentran, se saludan con Om namo nārāyaṇāya”,
y se ofrecen salutaciones. El Señor Narayana es considerado como el maestro
principal apóstol de la doctrina de la no dualidad.
Por lo tanto, los seguidores de la noble
tradición védica nunca deben mantener diferencias entre dioses como Shiva y
Vishnu. Todos estos dioses son poderes y formas particulares del Señor Supremo.
Con este entendimiento, como Mahatma Tulasidas, uno debe mantener el
sentimiento puro de la omnipresencia de la deidad amada.
Mahatma Tulasidas era un devoto
concentrado en Śrirām. A donde quiera que fuera, adoraba a Śrirām y entraba en
éxtasis. Sīyarāma maya saba jaga jānī,
karahuṅ praṇāma jori yuga pānī, “El mundo entero está lleno de Sitārām, le
ofrezco mis salutaciones con las manos juntas”. Este sentimiento está de
acuerdo con la doctrina de la tradición védica. Una vez fue a Vrindāvan. Estaba
ofreciendo sus salutaciones a las hermosas formas de Krishna, como a las de
Śrīrām. Inmerso en el amor, decía, “Todo es Rāma. Este Krishna también es
Rāma”. En un templo de Vrindāvan un sacerdote, que consideraba a Krishna como
diferente de los demás, dijo a Tulasidas: “Este es Shrikrishna y no Rāma. Si tu
sentimiento de que Śrīrām está en todas partes es genuino, entonces por favor
muéstranos la forma de Śrīrām en esta estatua de Krishna”. Con el fin de
demostrar su verdadero gran amor por Śrīrām, Goswami Tulasidas oró al Señor de
la siguiente manera:
Kahā kahūṅ chabi ājakī, bhale bane ho nātha,
tulasī mastaka taba name, jaba dhanuṣa bāṇa lo hātha.
“¡Qué decir sobre la forma que veo hoy, es
tan grande! La cabeza de Tulasi solo se inclinará cuando tomes un arco y flecha
en tu mano”.
Después de que el Señor escuchó su
plegaria esto sucedió:
Muralī-mukuṭa durāyake, dhanuṣa-bāṇa liyo hātha,
apane janake kāraṇe, śrikṛṣṇa bhayo raghunātha.
“Ocultando la flauta y la corona, Él tomó
un arco y flecha en su mano. Por el bien de sus hombres, Shrikrishna se
convirtió en el líder de los raghu”.
Algunas personas dicen: “El lema de
nuestra secta es no ser infiel al Señor Krishna. Por lo tanto, no pronunciamos
el nombre ni nos inclinamos ante ninguna otra deidad, como Rama y Shiva. Si lo hacemos,
significa deslealtad al Señor. Es por eso que en la Gita la devoción es calificada con la palabra concentrada. Esto
implica que no se debe adorar a otro dios. Nuestra devoción es como la devoción
concentrada de una esposa casta. Tal como solo sirve a su amado esposo, y ni
siquiera tiene interés en ver el rostro de alguien más, no tomamos refugio en
cualquier otra deidad”.
Lo que estas personas dicen es cierto solo
en parte. Uno también tiene que pensar de acuerdo a las escrituras como los vedas.
El hacedor, sostenedor y destructor de todo el universo es solo el único Señor
Supremo. Cada forma, cada nombre es Su manifestación. No hay un logro de ningún
otro Señor. Por lo tanto, en nuestras escrituras no hay ninguna mención al
politeísmo, sino solo de monoteísmo. Solo puedes acusar de deslealtad cuando
hayas alcanzado a otro Señor. La acusación de repudio solo puede mantenerse
después de haber realmente alcanzado otra cosa; si no se alcanza nada, ¿qué se
puede repudiar? Si son devotos de Krishna, afirman que Shrikrishna existe en
todas partes y en todas las formas, y que Rama, Shiva y todos los otros nombres
son de Shrikrishna. Shrikrishna es grande, el Ser universal. Está compuesto de
todos los dioses y es ilimitado y omnipresente. No es pequeño. El que es grande
también puede llegar a ser muy pequeño por el bien de los devotos. Cualquiera
que tiene mil rupias, sin duda tiene cien rupias, y también cuenta con
doscientas rupias. Un conjunto más grande puede contener un conjunto más
pequeño. Sin embargo, un conjunto más pequeño no puede contener un conjunto más
amplio. Del mismo modo, el que es majestuoso también puede volverse pequeño,
mientras que el pequeño no puede volverse majestuoso. El gobernante del
universo puede ser llamado gobernante de Ayodhya, pero el que solo es rey de
Ayodhya no puede volverse el gobernante del universo. Por lo tanto, el sabio
Bādarāyaṇa establece la doctrina en su Bhagawat,
Bhagavadrūpa-makhilaṁ nānyadvastviha
kiñcana (10,15,56), “El universo entero es la forma del Señor, aquí no hay
otra cosa”. La naturaleza de la devoción concentrada es que no hay otra cosa
más que la deidad adorada. Está en todos lados, llenando hasta el borde y
omnipresente. Toma diferentes personajes. Se presenta vistiendo prendas
diferentes. Ante una casta esposa, su marido lleva a veces la ropa simple de un
brahmin, a veces un atuendo de guerrero en combate, a veces el exquisito traje
de hombre de negocios, y así sucesivamente. Ella tiene el entendimiento de que siempre
se trata de su marido y no hay otro, y ella saluda y honra a una misma persona
vestida con ropa diferente.
Por lo tanto, la devoción concentrada es
estar inmerso en el Uno con inquebrantable amor por todos los nombres y formas
de deidades. Este es el principio establecido en todas las escrituras. Este
debe ser el punto de vista de todas las fieles personas devotas. Ningún dogma
que vaya en contra de las escrituras debe ser perseguido indiscriminadamente.
La gente que no conoce esta gran y noble doctrina, cuyos corazones son impuros
a causa de diversos deseos mundanos, fielmente adora a las deidades adecuadas
para cumplir esos deseos. El Ser universal que mora en nosotros, el Señor, hace
que la fe de esas personas ignorantes sea firme, y Él mismo otorga el fruto de
la adoración a las diversas deidades.
Esto explica la venerada doctrina: “El
Señor es todas las deidades, el diseñador del universo, y el Ser universal. El
Señor mismo otorga todo en el universo y se lo lleva de vuelta. Solo Él nos ha
dado todo y se lo ha llevado. Él será el único que otorgue todo y se lo lleve.
Todo es Suyo. El universo entero es su juego y boato. Toma apariencias
sorprendentes y las actúa. No hay nada más aparte de Él. Solo Él se discierne
en todas partes”.
Hariḥ om tat sat.
No hay comentarios:
Publicar un comentario